Para hacer las cosas más simples una de las mejores ideas es separar las partes, luego descentralizarlas, quitarles la dependencia mutua y así obtener piezas modulares. Hacer de un objeto/proceso complejo un conjunto de piezas sencillo permite entender mejor qué esta sucediendo y aplicar otras técnicas de simplicidad como por ejemplo Eliminar lo que no sirve o reunir las piezas nuevamente según patrones. El objetivo es crear un todo (producto o proceso) que sea muy simple para el usuario final.
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